Nos recomendaron el trabajo de Carlos en el hotel de campo donde nos casamos en Riaza y la verdad es que no podemos estar más contentos. Queríamos un fotógrafo que se adaptara a nuestra boda, sencilla y familiar, sin posados ni cosas raras. Le escribimos y nos convenció desde que vimos su porfolio y su estilo natural. Nos hizo sentir muy cómodos en todo momento, siempre con una sonrisa y atento a todo lo que sucedía. El resultado no nos pudo gustar más, con unas fotos súper espontáneas y emotivas. ¡Os lo recomendamos a todos y seguro que contaremos con él de nuevo, porque además tiene mucha mano con los niños!